– ¿Con qué funeraria trabajáis?
La primera vez que oí esa pregunta, no pude disimular mi sorpresa. Me la hacía el propietario de un camping exitoso de la zona de Mazarrón.
– Nosotros no tenemos funeraria ni tanatorio; no sé por qué, pero aquí los clientes no se nos mueren.
– Claro, tenéis poca gente en invierno, que es cuando vienen jubilados extranjeros a pasar unos meses. Ya veréis cuando tengáis más clientes mayores cómo concertaréis con algún tanatorio. Son situaciones duras, pero los tanatorios te compensan económicamente, ya que los gastos son muy altos y prácticamente todos esos clientes tienen buenos seguros a través de ADAC, ANBW o cualquier otro club automovilista. Las expatriaciones cuestan un pastizal…
Esta conversación tenía lugar hace más de veinticinco años. Nunca me había planteado semejante situación, pero, con la seguridad con la que hablaba mi interlocutor, debía tenerla en cuenta a la hora de pensar en un futuro con el camping funcionando bien en invierno.
Y el futuro se hizo presente. Pocos años después, afortunadamente, el invierno del Portús se llenó de vida. A pesar del hándicap que supone el frío para la práctica del naturismo, nuestros jubilados británicos, alemanes, holandeses, belgas… etc. llegaban al camping ávidos de ese sol invernal y de esa naturaleza salvaje que proporciona cualquier paraíso que se precie como tal, y el nuestro, nunca, en ese aspecto, ha defraudado.
Y pasaban los años… y no se moría nadie. En una ocasión, recibí la visita del director de un tanatorio cartagenero. Nos ofreció una sustanciosa comisión por cada fallecido que le proporcionáramos. No podía creerse que no hubiera infartos, accidentes, ictus, etc. Hablaba de estadísticas. Me decía que en un “pueblo” con una población de unos 500 habitantes, como nosotros tenemos en temporada media y baja, y con unas edades, en su mayoría superiores a 65 años, tenían que morir varios al año. ¿Por qué en El Portús esto no ocurría?
En sus 31 años de vida han pasado por el Camping El Portús centenares de miles de naturistas…. y sólo han muerto en el camping siete personas. Algunos de ellos eligieron El Portús como lugar para pasar sus últimos años, meses, días y horas. Con todo mi respeto a estas siete personas y en su honor, he escrito estas letras.
Aurelio Vaquero
A la memoria de Sheila, Fenni, Wim, Maurice, Peter y, en particular, de Paco y Olegario, que dieron su vida por El Portús, sin ellos todo esto no habría ocurrido.
Naturism and longevity
– Which funeral home you work with?
The first time I heard that question, I could not hide my surprise. Such question was made by the owner of a successful camping in Mazarrón area.
– We have not any kind of agreement with a mortuary or morgue; I do not why, but here our customers do not die.
– Of course, you have few people in winter, when foreign retirees use to come to spend a few months. You’ll see when you have more guests, you will coordinate yourself with a funeral service. These are tough situations, but the funeral homes compensate you financially, since the costs are very high and almost all of those customers have good insurance through ADAC, ANBW, or any other motorist club. The expatriates cost a packet…
This conversation took place over twenty-five years ago. I had never considered such a situation, but regarding the aplomb of the talker, I thought to myself that I should take it into account when thinking about a future with a higher winter occupancy.
And the future turned into present. A few years later, happily the Portús winter came alive. Despite the handicap which is cold for naturism, British, German, Dutch, Belgian, etc retirees reached the camping looking avid for the winter sun and the wild nature that provides any paradise that claims to be such a place, and our place has never disappointed for that matter.
And the years passed … and no one died. One day I had a visit from the director of a funeral service from Cartagena. They offered a substantial commission for every death that we provided them. He could not believe that there were any heart attacks, accidents, stroke, etc… He spoke of statistics. He said that in a «village» with a population of about 500 people, as we have in low season, in which most people were over 65, had to die several in a year. Why in the Portús this did not happen?
In our 31 years life, hundreds of thousands of naturists have came though El Portús and only seven people have died in the camp, some of them chose El Portús to spend their last years, months, days and hours. With all due respect to those seven people, and in their honor, I have written these letters.
Aurelio Vaquero
In memory of Sheila, Fenni, Wim, Maurice, Peter, and especially of Paco and Olegario, who gave his life for El Portús, without them this would not have happened.
Esperamos que Sir Anthony Hopkins no se moleste por la recreación que hemos hecho del personaje de Matusalén que, para disfrute de todos, interpreta en la película «Noé». Comprobarán nuestros lectores cinéfilos que solo le hemos quitado la túnica. 😉
Un comentario genial, un solo pero…..mira que hay fotos y poneis una de Anthony Hopkins que mas que disfrutar del Portus parece que se haya caido por las escaleras de acceso a la playa.
Nos vemos
Con más novecientos años que vivió Matusalén, no esperarás que muriera impoluto. El disfrute lo llevaba por dentro. Creemos que fue su primo quien dijo, a su muerte, la famosa frase: ¡Que le quiten lo bailao!